Últimamente hay en mi entorno muchas personas que andan
buscando la casa ideal. Me sorprende ver
como con presupuestos más o menos holgados la dificultad para encontrarla persiste.
Por tanto no es sólo cuestión de dinero. Hay algo más. Veo en revistas casas con encanto en los que a todos nos
gustaría vivir y que son terriblemente difíciles de encontrar. Al menos eso
parece. Y me surgen dudas.
Me pregunto si no las hay o simplemente no las vemos.
Es habitual ver en revistas, blogs o programas de
televisión los clásicos “antes y después”
de estancias o viviendas que han pasado por una reforma. Y los resultados
suelen ser espectaculares. Pese a ello es habitual oír a conocidos que tal piso
o tal casa quedaban descartados porque “estaban muy mal” o “había que hacerlo
nuevo”. Yo siempre me intereso por la luz , por la orientación , por las
vibraciones que trasmitían esas paredes mal decoradas ansiosas de un dueño que
las devuelva a la vida . La respuesta es casi siempre la misma: ” Estaba muy fea, no me interesa”.
Una casa para hacer nueva nos ofrece un mundo de oportunidades, nos acerca en el
fondo a nuestra casa ideal.
No tengo ninguna duda de que en el mar de viviendas del
mercado hay montones de tesoros bañados de claridad y alegría que con una buena
reforma y un mejor interiorismo saldrían
a la luz ( a veces a precios muy asequibles ). Hay quién si sabe obviar feos y tristes acabados, incómodas
distribuciones y dar con lo fundamental , la base donde crear todo lo demás.
Una mala orientación o un mal vecino no podremos cambiarlo ,
pero para casi todo lo demás existe una
buena idea. Sólo hay que echarle ganas y vendrá la inspiración.
Os ánimo a que si andáis a la búsqueda de una nueva casa
intentéis ver más allá: imaginad, tirad mentalmente paredes al suelo y
cread en vuestra mente la imagen de vuestra casa ideal . Quizás no sea tan
inaccesible cómo os pensáis. Y si ya tenéis una y os parece que no tiene
encanto, poned en marcha vuestra imaginación. Probad a cambiar los muebles de
sitio, pintad alguna pared, iros de tiendas y mirad que se cuece en la calle o
en el ciberespacio.
Para mí es un reto que afronto cada día con más ilusión. Y
no os pongáis límites, así aun es más divertido.